martes, 17 de febrero de 2015
Fotografía [Shashin] 1924
Yasunari Kawabata
Un hombre feo -es duro decirlo, pero ciertamente fue por su fealdad que se convirtió en poeta-, bien, este poeta me dijo lo siguiente: "Odio las fotografías, y muy rara vez se me ocurre sacarme una. La única vez fue hace cuatro o cinco años con una muchacha, con motivo de nuestro compromiso. Me era muy querida. No creía que una mujer como ella volviera a aparecer en mi vida. Ahora aquellas fotografías son mi único recuerdo hermoso.
"El año pasado, una revista me pidió una foto. Corté mi parte de una fotografía en la que aparecía con mi prometida y su hermana, y la mandé a la revista. Hace poco un reportero vino a pedirme otra fotografía. Dudé por un momento. Pero al final recorté por la mitad una donde estábamos mi novia y yo, y se la entregué al reportero. Le pedí que me la devolviera, pero no creo que lo haga. De todos modos no tiene importancia. "Dije que no tiene importancia, pero la verdad es que me sobresalté al ver la mitad de la foto donde mi prometida había quedado sola. ¿Era la misma muchacha? Déjeme contarle sobre ella. La muchacha de la foto era bella y encantadora. Tenía diecisiete años y estaba enamorada. Pero cuando miré la foto que tenía en mis manos - la fotografía de la muchacha separada de mí- me di cuenta de lo insulsa que era. Y hasta ese momento había sido la más bella fotografía que yo hubiese visto… En un instante desperté de un largo sueño. Mi precioso tesoro se había desmoronado. Y entonces…" El poeta bajó todavía más la voz. "Si ve mi foto en el diario, ella también pensará lo mismo. Y se sentirá mortificada por haber amado a un hombre como yo. Bueno, ésa es la historia. Pero me pregunto, ¿y si el diario difundiera la foto de los dos juntos, tal como fue tomada, volvería ella a mí creyéndome un hombre espléndido?"
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